El precio del conocimiento

Saludos a todos y bienvenidos de nuevo a Cenizas del Ragnarök, un rincón dedicado a los antiguos dioses y a aquellos que les rendimos culto. Esta semana me disponía a escribir sobre uno de los temas que me propusisteis a través de Instagram, pero cuando me puse a ello era imposible abordarlo sin hablar antes de las runas y por supuesto de Allförd, "Padre de todos".

Cuando hablamos de las runas comúnmente nos referimos a aquellas que constituyen el sistema alfabético del futhark antiguo, que consta de 24 caracteres. El uso de estos para la escritura se data mayormente entre los siglos I y VIII de nuestra era, pero los primeros registros que manifiestan un uso mágico de las runas son muy anteriores, remontándose hasta la Edad de Hierro. En diversos restos arqueológicos de la época, antes incluso de las grandes migraciones del norte de Europa (de las que hablaré en otra ocasión), podemos encontrar la palabra Alu (ᚨ ᛚ ᚢ) escrita con fines no lingüísticos y aún a día de hoy se desconoce con exactitud su significado. Esta práctica encuentra su mayor representación de forma coincidente con el uso de dicho alfabeto. Como sistema lingüístico el futhark antiguo evolucionó de distintas maneras, dando lugar al futhark anglosajón o al futhark joven, y este segundo a su vez derivaría en otras variaciones a lo largo de los siglos. Para nosotros, no obstante, las runas significan mucho más.


Más allá de ser un sistema de escritura, las runas son un regalo de Odin a la humanidad. Esto lo encontramos registrado por primera vez en restos arqueológicos como la Piedra de Nobely, en Suecia, que data del siglo VII de nuestra era, pero que se ve reflejado de forma más extensa en la Edda Poética:

 "Sé que colgué del árbol azotado por el viento
nueve noches enteras,
herido por la lanza, entregado a Odin,
yo mismo a mí mismo,
de aquel árbol del que nadie sabe 
el origen de sus raíces.

Pan no me dieron ni cuerno de bebida,
hacía bajo no miré;
cogí las runas, gritando las tomé,
y entonces caí."
- Hávamál 138, 139

Pero, ¿cómo llegó el Padre de todos a obtener semejante conocimiento? La respuesta la encontramos nuevamente en las Eddas. Resulta que bajo las raíces de Yggdrasil, se encuentra el pozo del gigante Mimir, una fuente de sabiduría que este guardaba celosamente para sí. Hace mucho Odin acudió al gigante en busca de conocimiento, pidiéndole que le permitiera beber de su fuente, pero Mimir se negó. No sabemos como llegaron a un acuerdo, pero finalmente el gigante concedió a Odin un sorvo a cambio de uno de sus ojos, un precio que Allförd no dudó en pagar, por lo que se arrancó uno de sus ojos y lo arrojó al pozo donde aún a día de hoy yace.

"...Lo se todo, Odin: dónde ocultaste tu ojo,
allá en la famosa fuente de Mimir..."
- Völuspá 28

Bebió entonces Odin del manantial, y vió. Al recibir todo aquel conocimiento el Padre de Todos fue consciente de su destino y el de todos los hombres. Vió el Ragnarök, todo el sufrimiento por el que habrían de pasar los dioses y los mundos y sobrecogido por esto se colgó atravesado por su propia lanza del árbol Yggdrasil, lo que nos lleva a las estrofas 138 y 139 del Hávamál. Aunque ya en la estrofa 55 se nos deja dislumbrar el precio del conocimiento.

"Sabio a medias ha de ser cada uno,
nunca sabio en exceso;
pues el alma del sabio rara vez está alegre
si es sabio en demasía"
-  Hávamál 55

En el pasado, cuando tan sólo empezaba a conocer realmente a los dioses, yo mismo jugueteé con las runas. Se las echaba a amigos en  fiestas y a desconocidos en cualquier bar, pero si hubiera sabido cuanto se ahora jamás se me hubiese ocurrido hacer semejante cosa. Las runas, como cualquier fuente de conocimiento, requieren y suponen sacrificio. El propio Odin, Padre de todos, sacrificó uno de sus ojos, su propia vida y casi su cordura para adquirir el conocimiento de las runas. Con esto no quiero ni mucho menos inducir a nadie a la autolesión sino a la prudencia y el respeto en el trato con la magia rúnica. Personalmente no me considero, ni muchísimo menos, un seiðr y por ello cuando decido consultar las runas lo hago desde el punto de vista de un erudito, tratando de hacer una lectura en base a mi entendimiento, con cautela y confianza en los dioses. Pero cada uno habrá de encontrar su propio acercamiento si así lo desea; parte de lo extraordinario de nuestra fe es precisamente esa libertad de cada uno de nosotros para buscar la forma en la que conectar con nuestros dioses.

Aún quedán muchas cosas por contar, tanto sobre las runas como acerca de Odin, pero espero que este acercamiento siente una base tanto para profundizar en dichos temas como para hablar de otros tantos. Por mi parte solo quiero agradecer a quien quiera que esté leyendo esto que haya llegado tan lejos. No dudéis en comentar o hablarme directamente por redes sociales si tenéis dudas o queréis que hablemos de algún tema en concreto. Sea como fuere, un saludo a todos, ¡skål!
  




Comentarios

  1. Muy bien explicado tanto el origen de las runas como los sacrificios que tuvo que realizar Odín para conseguir dicho conocimiento sobre ellas.

    Enhorabuena por cierto,pues tú forma de escribir,explicar y contar las cosas me resulta muy agradable y para nada se me hace pesada la lectura. Espero con ganas esas futuras publicaciones.

    Ánimo con el blog hermano y un fuerte abrazo. :)

    Ragnar.

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    Respuestas
    1. Y una recomendación para los lectores de este blog,poned de fondo algo de Sowulo y ya veréis que agradable la lectura ;)

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    2. Muchas gracias por el apoyo, me anima mucho a seguir escribiendo:)

      En cuanto a la música, en la versión para PC tengo puesto un reproductor, en el que de hecho hay canciones de Sowulo. ¡Un abrazo!

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